martes, 1 de febrero de 2011

"Muero de ganas de volver a saltar"

Recuperándose de una fractura en el pie izquierdo, Germán Chiaraviglio prepara la reaparición. “Ojalá compita de vuelta en abril”, se esperanza.

Che, sabés algo de Chiaraviglio?, sonó bastante en los últimos meses. Poco se sabía sobre el ex bicampeón mundial de salto con garrocha. El santafesino, de 23 años, compitió oficialmente por última vez en el 23 de mayo de 2009 en la ciudad italiana de Pescara (intentó participar en el Sudamericano de Lima, un mes después, pero no superó el calentamiento) y su carrera entró en el gris de la indecisión por una lesión que lo había molestado en las temporadas previas y a partir de allí se le hizo insoportable. “Me descubrieron una fractura por stress del hueso astrágalo del tobillo izquierdo. Me dio cierta alegría porque hasta allí no sabían bien qué era”, explica Germán desde Santa Fe.

La primera opción (reposo y tratamiento) no dio los resultados esperados. “El hueso estaba necrosado porque había dejado de tener irrigación sanguínea. Tuvieron que operarme y perforarlo para que reaccionara. Y me inyectaron plasma enriquecido en plaquetas para que la recuperación fuera más eficiente. De tanto ver los diagnósticos aprendí más que en la escuela”, acepta sonriente quien pasó por el cuchillo el 29 de marzo último.

-¿Germán, cómo fue la rehabilitación? -Ante todo tuve que cargarme de paciencia. Me pregunté: “¿qué es lo que puedo hacer?” Seguí trabajando el tren superior en el gimnasio. Y traté de mantenerme en contacto con los torneos porque el atletismo es mi pasión.

-¿Cuándo volviste a pisar la pista? -En cuanto empecé a apoyar el pie. Tiré las muletas a principios de junio y en septiembre volví a trotar. La primera vez corrí 40 minutos y fue una alegría enorme. Ya estaba en camino. La evolución sigue su rumbo y hace una semana, en Salta, volví a agarrar la garrocha y a hacer algunos saltos sin carrera. Pero aún sueño con saltar. Muero de ganas de estar saltando.

-¿Cómo hiciste para mantenerte enfocado? -Ayuda vivir en una familia de atletas. Mis hermanos saltan, mi papá es mi entrenador y mi mamá también compitió. Además, fue buenísimo eso de ir a Mundiales para seguir los entrenamientos de otros y aprender a pensar como entrenador. Y trabajé con un psicólogo (Marcelo Márquez) para que la cabeza no se me fuera al pedo. Me convencí de que no tenía que estar ansioso.

-¿Te ves complicado con el primer salto en serio? -No creo. Esto como andar en bici. Si no me duele cuando aplique máxima potencia, no tendría que tener problemas para volver.

-¿El regreso oficial? -No quiero apurarme. Si me tomé tanto tiempo... Lo ideal sería en alguno de los Grand Prix de abril. Sería un lindo regalo de cumpleaños (sopla 24 velitas el 16 de ese mes). Quiero ir por la marca para entrar en los Panamericanos de octubre (5 metros). Es mi gran objetivo del año.

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