Después 62 años, Argentina vuelve a conseguir una medalla dorada en atletismo en Juegos Olímpicos. Braian Toledo la logró en lanzamiento de jabalina en la primera edición de los JJ OO de la Juventud.
Pasó muchísimo tiempo desde que Delfo Cabrera ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 1948, al imponerse en Maratón. Desde ahí hasta hoy, ningún atleta argentino había podido subirse al máximo escalón del podio en un JJ OO.
Quien terminó con los años de sequía fue Braian Toledo, que se colgó la presea dorada al imponerse en lanzamiento de jabalina. Braian se perfila para ser uno de los mejores en la disciplina. Por caso, la diferencia que le sacó a sus competidores fue notoria. El chico de 16 años oriundo de Marcos Paz lanzó la jabalina a 81,78 metros, lejos de los 76,88 que registró el estadounidense Devin Bogert, ganador de la plateada. El bronce quedó para el Letón Intars Isejevs (marcó 74,23).
Braian llegaba con el peso de ser el abanderado de la delegación y méritos tenía para serlo. Es el récordman mundial de jabalina, con una marca 89,34 metros. En la eliminatoria había sido el mejor con 77,27 metros. Con la medalla respondió bien a la presión.
“Ahora voy a festejar con mi familia, aunque todavía no caí”, dijo Braian apenas minutos después de escuchar el himno y de que colocaran en su cuello la medalla de oro. Toledo terminó hoy con 62 años sin medallas doradas para un atleta en Juegos Olímpicos, pero más allá del presente, tiene un gran futuro.
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