¿Y dónde está el piloto?

Sin líder, el equipo de Weber cerró el viaje con una caída 3-1 ante Alemania. No ganó en el torneo.

Hay equipos que hacen historia por su excelencia técnica. Otros, por su prestancia ante la adversidad. Siempre es necesario en un conjunto que, además de los guías desde afuera de la línea de juego, haya una voz cantante que maneje los tiempos del grupo y sepa cuándo pegar dos gritos a sus compañeros y cuándo serenar las olas. Esta Selección, que ayer sumó su décima derrota consecutiva en la World League 2010 tras caer ante Alemania por 3-1 (25-19, 23-25, 25-21 y 25-19), siente la ausencia de un cacique que sepa manejar al malón. Uno que sea revulsivo para sus compañeros y preocupe a los rivales.

Ayer, en el Max Schmelling Halle berlinés, quedó en claro que los hombres de Javier Weber tenían las armas para mejorar el bochorno 1-3 del miércoles. Pese a su ciclotimia, mostraron más orden en defensa, cometieron menos errores que en el debut en tierras germanas y se notó una intención de jugar con más pilas.

En el segundo set se vio el mejor rendimiento, con una buena predisposición para la defensa, un trabajo sólido del juvenil Sebastián Solé por el centro y el momento más lúcido de Federico Pereyra en el ataque (metió nueve de sus 19 tantos en ese parcial). Lo que sentenció la victoria de los locales, un equipo prolijo que sabe sacarle el jugo al gran tamaño de la mayoría de sus jugadores y el poder de ataque del opuesto György Grozer (ayer, 21 puntos) y el punta Robert Kromm (19), fue el máximo aprovechamiento que hicieron los europeos de las fallas argentinas en los momentos calientes de los sets, cuando un par de pelotas pifiadas o situaciones mal resueltas marcaron diferencias indescontables.

Los dirigidos por Raúl Lozano se quedaron ayer celebrando que con estas dos victorias pasaron -transitoriamente- al tope del Grupo D, con 19 puntos, uno más que los cubanos, quienes mañana largan su serie ante la Polonia de Daniel Castellani (15), en Lodz.

Los argentinos emprendían hoy el largo regreso a casa buscando respuestas técnicas para superar las falencias y revisando en el personal cuál puede ser el líder que marque el camino de la necesaria recuperación.